Antecedentes
Se disputaba la Copa Mundial de 1998 en Francia, el seleccionado argentino se clasificaba a los octavos de final donde debería enfrentar a Inglaterra, luego de haber ganado sus partidos contra Japón, Jamaica y Croacia.
Partido
Era 30 de junio de 1998, ya se estaba disputando el partido entre Argentina e Inglaterra, transcurría el minuto 5 y el árbitro danés Kim Milton Nielsen, señalaba penal de Seaman sobre Simeone, Batistuta marcaría desde los 12 pasos. Inglaterra tardaría unos 10 minutos en dar vuelta el partido, el primer gol fue de Shearer en el minuto 10 por un penalti de Ayala sobre Owen, el segundo gol sería al minuto 16 tras una gran jugada individual de Owen.
Los británicos ganaban 2-1, estaba por terminar el primer tiempo y Argentina consiguió el empate en una jugada de táctica fija. En cobro de tiro libre, Verón toca el balón para Zanetti, quien dentro del área sacó disparo cruzado, dejando sin posibilidades a David Seaman. El gol se gritó fuerte en en toda Argentina, pero, aunque parezca increíble, nadie le dio más valor que Narek Kopaczen, un fiscal polaco. El partido terminaría en penales, Arentina pasaría a la siguiente ronda.
El gol de Zanetti salvó una vida
Narek Kopaczen, un polaco que vivía en la ciudad de Szdlowiec, había recibido amenazas telefónicas en varias ocasiones, una vez hasta le cayeron a hachazos a su auto porque era el jefe de la fiscalía en la localidad de Skarzysko-Kamienna y perseguía a una banda que se dedicaba al chantaje y la extorsión.
Kopaczen, es un hombre de costumbres, al llegar a su casa se sentaba en la sala a ver fútbol -y así olvidar el estrés que le causa el trabajo-, luego a las 22h salía a pasear al perro y cogía las llaves de su auto, un Toyota Corolla de color verde y lo aparcaba en una estación de policía que quedaba cerca de su casa.
Esa noche los planes eran los mismos, llegó a casa y encendió la TV para ver el partido entre Argentina e Inglaterra. Vio los goles de Batistuta, Shaerer y Owen, justo cuando se preparaba para salir a pasear al perro y llevar el coche a la seccional, escuchó el grito de gol, Zanetti había empatado el partido. El fiscal polaco decidió quedarse en la casa para ver como se desenvolvía el partido luego del empate.
Lo increíble del asunto es que pocos minutos después de comenzar la segunda parte, Kopaczen y su esposa escucharon una gran explosión, cuando salieron a ver que era, se dieron cuenta que el coche estaba prendido en fuego, no pasó mucho tiempo para que Kopaczen se enterara que la explosión fue causada por la banda de delincuentes a la que perseguía. Los delincuentes le habían puesto una bomba.
El diario "Super Express" ha revelado que el fiscal envió una carta de agradecimiento a Zanetti por haberle salvado la vida y Zanetti respondió:
“Es increíble que mi gol salvase la vida de una persona, pero la verdad es que yo siempre juego para ganar. Confieso que me gustaría mucho conocer personalmente a la persona que cree que vive gracias a mí”
Muy buena historia.
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