Alexandre Villaplane nació el 12 de septiembre de 1905, fue un jugador de fútbol francés de origen argelino, solía jugar como centrocampista ofensivo y era conocido por su técnica, su visión de juego y por su carácter dentro y fuera de los terrenos de juego.
Inicios en el fútbol
Su pasión por el fútbol comenzó desde que era muy pequeño. En Argelia jugaba para el Gallia sport d'Alger. Cuando tenía 14 años sus padres se mudaron a Séte, al sur de Francia; ahí empezó a jugar en el FC Séte. En 1922, cuando tenía 17 años, debutó con el primer equipo y jugó la Copa de Francia. De 1923 a 1924 llevó colores de Vergèze.
Al ser militar internacional jugó como lateral izquierdo contra el Ejército Británico en Londres y contra el Ejército Belga en el Vélodrome Buffalo and Stade Buffalo.
Inicios en la selección
En 1925, fue descubierto por la Federación Francesa de Fútbol. Debutó con la selección de Francia el 11 de abril 1926, ese día jugaron contra Bélgica en el Pershing Stadium. Francia se impuso con un marcador de cuatro goles a tres.
Siete días más tarde, participó en el partido Francia-Portugal. Francia ganó 4-2. Quince días más tarde, jugó en el Francia 1-0 Suiza. Villaplane participa en todos los partidos de la selección de Francia en 1926 (Austria, Yugoslavia, Bélgica). En el año 1928, participó en siete partidos de la selección de Francia.
Juegos Olímpicos de 1928 y Mundial de 1930
Estuvo presente en los Juegos Olímpicos de 1928, jugó un partido y Francia fue eliminada en la primera fase ante Italia (4-3).
(arriba a la derecha como capitán de la selección de Francia)
En 1930, Francia se estaba preparando para el primer Mundial de la historia, previo al inicio del la competición, Villaplane se convirtió en el capitán de la selección de Francia. Jugó los tres partidos de su combinado, que tras vencer a México perdería con Argentina y Chile.
Salto al fútbol profesional
En 1932, Villaplane ficha por el Olympique Antibes. El club consigue llegar a cuartos de final de la Copa de Francia y quedar campeones de uno de los grupos en los que se dividía la liga y daban acceso a jugar la final del torneo.
Escándalos: apuestas, amaños y caballos
Los éxitos conseguidos por el Antibes quedaron empañados, pues se descubrió que hubo partidos amañados en la competición. Durante las investigaciones pertinentes, el club se vio obligado a despedir al técnico del club y a Villaplane, luego de que sus nombres aparecieran en los informes.
En 1933, se convirtió en nuevo jugador del Olympique Gymnaste Club de Nice Côte d’Azur. Los que conocían a Villaplane, sabían que al joven jugador le gustaba en demasía el dinero, que luego malgastaría en los bares, las fiestas y las apuestas. Durante su etapa en el Niza, esto no cambió, visitaba con asiduidad el hipódromo de la Costa Azul, dando rienda suelta a su afición por las carreras de caballos y las apuestas.
Había perdido casi todo el interés en jugar fútbol, no se presentaba a los entrenamientos. El club siempre estaba encima de jugador y es que aunque le multaran en múltiples ocaciones y el jugador no asistiera a entrenar, era fijo en la alineación. Pasó un año completo para que los directivos del club despidieran a Villaplane.
En 1935, realizó su último intento para intentar salvar su prometedora carrera futbolística y fichó por el Hispano Bastidienne, un club de segunda división. Pasaron 3 meses para que el club le echara por faltar a los entrenamientos
Encarcelamiento
La policía le vigilaba de cerca después de ser uno de los nombres que más aparecían en los amaños de los partidos de Antibes. En 1935 se realizó una investigación por fraude de apuestas ocurrido en el hipódromo de Paris, fue sentenciado culpable y pasó 6 meses tras las rejas.
Hampa y crimen organizado
Luego de terminar su sentencia y su carrera futbolistica, se encontraba sin dinero. Villplane estaba acostimbrado a llevar una vida muy lujosa y a no reparar en gastos, estaba dispuesto a hacer casi cualquier cosa para conseguir dinero fácil, así que, se sumergió en el mundo del hampa y el crimen organizado. Su vida se convirtió en un salir y entrar de prisiones. Su nombre apareció en el escándalo del robo de un billete premiado de la lotería nacional o en el asalto a la tienda parisina ‘Las 100.000 camisas’.
Segunda Guerra Mundial
Villaplane y muchos estafadores de la época vieron una manera de enriquecerse rápidamente con el inicio de la Segunda Guerra Mundial. Se metió de lleno en el mercado negro, al cual acudían las personas para evadir la escasez por la cual estaba pasando el país. En 1940 fue sentenciado a prisión por posesión de bienes robados.
Unión a la Gestapo Francesa
Henry Chamberlain, conocido en los bajos fondos como Lafont, se contactó con los nazis y realizó un movimiento que terminó con la encarcelación de 600 opositores al régimen.
Debido al éxito rotundo, Lafont seria cada día más conocido y se convertiría en el cabecilla de la conocida, Gestapo Francesa, que se encargaba de identificar a opositores al régimen, judíos y miembros “dañinos” para el régimen nazi, luego los torturarban y/o asesinarlas.
(ficha policial de Lafont)
Lafont, acompañado del capitán Wilhelm Radecke, visitó diversas cárceles. Reclutó a Villaplane y a criminales como Andre Giani y Jean Sagtore (quien sería acusado de ejecutar a más de 150 personas y desfigurar cadáveres con cuchillas de afeitar).
En 1941, la Gestapo recibió ayuda alemana para movilizar su sede una calle cercana a la Plaza Trocadero. En los sótanos de su nueva sede fueron torturados y asesinados un sinnúmero de opositores al régimen.
Extorsionador profesional
En un principio el trabajo de Villaplane era acumular riquezas, se encargaba de extorsionar a personas ricas, les quitaba todas las joyas, diamantes y dinero. Luego se especializó en la extorsión de personas poseedoras de oro. Con la ayuda de los alemanes, Villaplane recuperó esa vida llena de privilegios y dinero que tanto quería, estaba en lo más alto y tenia acceso a prácticamente todo lo que quisiera.
Unión a Brigade Nord-Africaine
La Gestapo se había convertido en uno de los principales grupos de apoyo de los nazis dentro de la Francia ocupada. El mismísimo Hitler se comunicó con Lafont para proponerle la creación de la Brigada Norte-Africana.El 28 de Enero de 1944, la Brigada Norteafricana, también calificada como legión, quedó oficialmente fundada como unidad independiente, aunque bajo responsabilidad de la 715ª División de Infantería Alemana. Lafont había sido nombrado capitán de la SS.
Villaplane se unió a la Brigada, en un principio su trabajo consistía en convencer a algunos judios para que le cedieran todas sus posesiones, él, a cambio, les sacaría de Francia mediante un barco que pasaría por España para finalmente llegar a Portugal. Muchas personas, desesperadamente, aceptaron. Villaplane les decía que debían montarse en un convoy con militares nazis para no levantar sospechas y que éste los dejaría en un puerto, lo cierto era que el convoy pasaba horas dando vueltas en circulo por toda París hasta llegar a la sede de la Gestapo donde finalmente, eran ejecutados.
Ascendido a Teniente de la SS y jefe de una de las cinco secciones de la Brigada, Villaplane, participó en la matanza de Oradour sur-Glane. Ahí volvió a aplicar la misma técnica, les ofreció la libertad a más de 52 personas a cambio de dinero, al final fueron asesinadas.
Villaplane secuestró y asesinó a once jóvenes residentes en la localidad de Mussidan. 10 de ellos tenían entre 17 y 27 años, uno de ellos era tan sólo un niño de no más de 14 años.
Juicio y ejecución
Francia fue liberada en Agosto de 1944. Muchos franceses infiltrados decidieron escapar a Alemania pero ese no fue el caso de Villaplane, él decidió quedarse.
El 1 de diciembre de 1944 se sentó ante la Justicia en la Corte del Sena. Él y sus secuaces fueron condenados a muerte por alta traición, colaboración con el enemigo, asesinatos y actos de barbarie.
La defensa de Villaplane consistía en que, "su verdadera misión había sido liberar a compatriotas y salvar a judíos de las manos de los nazis". El juicio duró un sólo día y fue declarado culpable, sería ejecutado.
Finalmente, el 26 de diciembre, en el cuartel de Montrouge, fue fusilado junto a Lafont.
Alex Villplane tenía todo lo necesario para convertirse en uno de los mejores futbolistas de su época pero la ambición por el dinero fácil lo llevaron a hacer cosas jamás pensadas. Hoy en día en Francia no es recordado por el gran futbolista que pudo ser, sino, por los crueles actos que llevó a cabo.
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