Franck Ribéry Henry Pierre o Bilal Mohammed Yusuf (su nombre después de su conversión al islam), es un extremo de 30 años que seguramente conocen todos los que lleguen a esta entrada. Es conocido por su calidad y técnica, actualmente juega en el Bayern Múnich y hasta hace muy poco era uno de los pilares más importantes de la selección francesa.
Lo que muy pocos saben es la historia que hay detrás del jugador francés, desde muy pequeño la vida le puso un montón de obstáculos que él fue superando uno a uno.
Nacimiento, abandono y accidente
Nació al norte de Francia el 7 de Abril de 1983, en el seno de una familia muy pobre, no pasó mucho tiempo para que sus padres lo dejaran abandonado en un convento de monjas. Cuando solamente tenia dos años, iba en la parte de atrás de un coche que chocó contra un camión, el impacto casi le cuesta la vida, el bebe salió volando y pegó la cabeza contra la ventanilla.
Fue trasladado lo más rápido posible, una vez dentro del hospital, los médicos tenían que actuar rápido, pues el pequeño tenia dos grandes cortes en la cara y estaba perdiendo mucha sangre, recibió más de 100 puntos de sutura.
Es a partir de este accidente que le ponen el apodo de "Scarface", el joven sufría de burlas constantes, sus compañeros también solían llamarle "Quasimodo", durante un tiempo se escondía y pasaba mucho tiempo a solas mientras lloraba.
"De pequeño se burlaban de mi, yo me sentaba, sólo, en un rincón y comenzaba a llorar" - Ribery
Expulsión del convento
Siguió viviendo en el convento, ahí tenia techo, comida y veía clases pero debido a la dura infancia que le había tocado vivir el joven tenia un carácter muy reacio, llegó a contestar de forma muy fea tuvo roces con varios compañeros y monjas de la institución.
Con tan 15 sólo años fue expulsado del convento, estaba solo en la calle y no tenia ningún familiar al cual recurrir. Comenzó a trabajar como albañil para poder mantenerse, se paraba todos los días a las 5 de la mañana para aprovechar y jugar algo de fútbol.
Siguió luchando por su sueño y su suerte cambió cuando debutó con el US Bolougne, un equipo de su ciudad natal, su carácter, estilo, rapidez y técnica lo hicieron triunfar, pasó por Ales, Brest, Metz, Galatasaray y Marsella antes de llegar al Bayern Múnich, su club actual.
Hoy en día es considerado uno de los mejores jugadores del fútbol mundial, el año pasado estuvo entre los 3 nominados al Balón de Oro, quedó de tercero en la votación y se llevó el Balón de Bronce.
"En cierta forma el accidente me ayudó. Nunca me operé porque las cicatrices son parte de mí, me ayudaron a ser quien soy hoy, a forjar mi carácter. La gente sólo tendrá que aceptarme tal como soy"
-Ribery-
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